Tuesday, May 30, 2006

LA CHISPA QUE ENCIENDE EL RUIDO


De cada libro una frase y de cada frase un libro. De cada mentira cien verdades y de cada verdad nuevas mentiras. De cada razón diez mil millones de sinrazones y cerrazones. De cada noticia papel para envolver el bocata. De cada pasatiempo del inserso una profesión. De cada nota un nuevo pañuelo blanco en la ventana. De cada tambor, una nueva pancarta. De cada arte, una nueva expresión. De cada libertad, enésimas libertades que celebrar en una apoteósica eucaristía de, sí señor alcalde, RUIDO.
Porque ruido hay en mi calle por las obras. Ruido de armas de nuestros soldados. Ruido de insultos entre civilizados. Ruido de diamantes cayendo en los bolsillos del primer mundo. Ruido de monedas más negras que blancas (ay, la corrupción). Ruido de globalizados sin globalizar. Ruido de sirenas de policía. Ruido de democracia y constituciones de papel. Ruido de nuevas estafas. Ruido de la SGAE contra la música. Ruido del telediario para no sentirse sólo en casa, porque el run-rún de las noticias (de la radio) le roba soledad, porque escuchar no es más que hacerse una idea parcial de lo real. Ruido de palabrería política, de jerga, literatura de tarima. Ruido de coches que contaminan. Ruido de una lata que encierra la cultura y que chirría porque no se la engrasa bien de publicidad. Ruido de sellos y de timos de la estampita. Ruido de marbellíes. Ruido de cayucos al llegar a la arena.
Ruido de ordenanzas municipales. Llegará el día en que no permitan el ruido del latir de nuestros corazones por sus decibelios. "Y hubo tanto ruido, que al final llegó el final", como dice Sabina.

Es sólo la poca fluidez mental la que me hace pensar en este momento. Es sólo un cúmulo de rabias, desazones, desengaños y rasgaduras de vestiduras y velos de templos.
Cuando el deseo se marcha poco a poco, dolorosamente y el ánimo se consume como una vela. Cuando la sonrisa deja de dibujarse en los rostros de la esperanza. Cuando todo vuelve a parecer "grisibérrimo". Cuando se confunde un ruido con Ruido.
Ahora es el momento. Seguir luchando me parece poco. "Y la derrota -qué grande eres, aragonés- no es una opción". Y esta vez sí que no hay excusas.

[no sé pero hay quien dice que me estoy volviendo incendiario. Alguien debió darle a la chispa, el gas estuvo siempre ahí...]

1 comment:

Anonymous said...

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