Llueve a miguitas sobre la tierra, y no se posa sobre la tierra, según la teoría de la nieve (verde sobre blanco elaborada un domingo)
Hace frío, pero estoy contigo. Ya no existo, ya no vivo (sólo ni solo), suspiro quizá.
Bailas con mi pecho pegado a tu espalda. Yo no me muevo, como siempre. Si me pintan de blanco hago juego con el mobiliario.
Hablas, se atropellan las palabras. Jugamos a inventar usos de objetos. Hay que gritar demasiado.
Saltas obstáculos, bancos y vallas. Cantas, y a veces no dices nada (pero eso me encanta)
Dando vueltas al pasillo de tu ombligo. Me despido a la misma hora. Mañana se verá: código Morse de toques.
Huracán, terremoto, el mundo está loco, yo me bajo, prefiero atajar. Cuidado con los destrozos, el alcohol: combustible para arrancar.
3 colores, 5 notas, 2 acordes, 4 estrofas, 6 canciones.
No me sorprende nada quererte. Lo que me sorprende es que yo pueda querer tanto (que tú me hagas querer tanto)
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